viernes, 18 de abril de 2014

Ahora mismo - Miquel Martí i Pol - L'àmbit de tots els àmbits.

Ahora mismo enhebro esta aguja
con hilo de un propósito que no digo
y empiezo a remendar. Ninguno de los prodigios
que anunciaran taumaturgos insignes
se ha cumplido, y los años pasan rápidamente.

De nada a poco, y siempre con el viento en la cara,
qué largo camino de angustia y de silencios.

Y estamos donde estamos, mejor saberlo y decirlo,
y fijar los pies al suelo y proclamarnos
herederos de un tiempo de dudas y renuncias
en el que los ruidos ahogan las palabras
y con muchos espejos medio deformamos la vida.

De nada nos vale la añoranza o el lamento,
ni el toque de displaciente melancolía
que nos ponemos por jersey o por corbata
al salir a la calle. Tenemos apenas
lo que tenemos, y nada más; el espacio de historia
concreta que nos toca, y un minúsculo
territorio para vivirla.

Pongámonos
en pie otra vez y que se escuche
la voz de todos solemnemente y clara.
Gritemos quienes somos y que todos lo escuchen.
Y al acabar, que cada uno se vista
como buenamente le plazca y ¡a la calle!
que todo está por hacer y todo es posible.

Pensémosla clara esta quietud que extiende
impensadas resonancias. Pensémosla
clara y sugerente, que nos llene
el espacio concreto de ahora mismo,
el espacio donde no hay ningún tipo de sorpresa
y todo es viejo, y triste, y necesario.

Pasamos la hoja ya hace tiempo,
y algunos se empeñan en leer aun la misma página.

Quizá el secreto es que no hay secreto
y este camino lo hemos hecho tantas veces
que nadie se sorprende; quizás
necesitamos romper esta rutina
haciendo algún gesto desmesurado, algo
sublime que volteé la historia.

Quizás también, de lo poco que tenemos ahora
no sabemos hacer el uso necesario, ¡quien sabe!

Con mucha lentitud gira la noria
y pasan años, o siglos, hasta que el agua,
alcanza la cima más alta, y gloriosa,
proclama la claridad en todos los ámbitos.
Muy lentamente bajan entonces
los arcaduces a buscar más agua.

Así se escribe la historia. Saberlo
no puede sorprender ni decepcionar a nadie.

Con frecuencia excesiva giramos aun la vista
y el gesto traiciona angustia y desfallecimientos.
La añoranza voraz nos sorbe la mirada
nos hiela el fondo del sentimiento. De entre todas
las soledades ésta es la más obscura,
la más feroz, amarga y persistente.

Conviene saberlo y conviene, por otra parte,
pensar el futuro luminoso y posible.

¿Quién sino todos - y cada cual por turno-
podemos crear desde estos límites actuales
el ámbito de luz donde todos los vientos se exalten,
el espacio de viento donde toda voz resuene?
Públicamente nos compromete la vida.
Públicamente y con todo tipo de indicios.

Seremos aquello que queramos ser. En vano
huimos del fuego si el fuego nos justifica.

Ni lugares, ni nombres, ni espacio suficiente
para replantar la arboleda, ni ningún río
que nos remonte su curso y nos levante el cuerpo,
por encima del olvido. Todos sabemos bien
que no hay campos abiertos a ningún retorno
ni surcos en la mar en la hora del peligro.

Pongamos señales de piedra por los caminos,
señales concretas, de honda plenitud.

Compartiremos misterios y deseos
de raíz muy nobel y secreta, en el espacio
de tiempo que alguien permitirá que vivamos.
Compartiremos proyectos y desazones,
placeres y duelos con dignidad extrema,
el agua y la sed, el amor y el desamor.

Todo esto junto, y más, ha de darnos
secreto aplomo, la claridad deseada.

En clave de tiempo y con mucho sufrimiento.
He ahí como podemos vencer el combate
que desde hace tanto tiempo libramos intrépidos.
En clave de tiempo y quizás en soledad,
acumulando en cada cual la fuerza
de todos al tiempo, y proyectándola hacia fuera.

Surco tras surco en el mar cotidiano,
paso tras paso con voluntad de aurora.

Ni ningún levante lujurioso, ni ningún
poniente solemne . Más nos vale saber
que no hay grandes misterios, ni ningún pájaro
de alas inmensas que nos guarde; nada
de lo que tantas veces proclamaron
con la voz terca adivinos oscuros.

Pongamos mano sobre mano. Y los años
conferirán dureza a cada gesto.

Preservamos del tiempo y del olvido
la integridad de unos ámbitos, de unos proyectos
en los que nos vimos todos juntos crecer y luchar.
Y ahora, ¿qué oscuro rechazo, qué pereza
echa a perder el impulso de renovada furia
que nos hacía casi anhelar la lucha?

Del fondo de los años, nos llama borboteante
la luz de un tiempo expectante y frondoso.

Convertiremos los silencios en oro
y las palabras en fuego. En la piel de este retorno
acumula la lluvia, y los afanes
borran privilegios. Lentamente
emergemos del gran pozo, hiedra arriba,
y no al amparo de calamidades.

Convertiremos el viejo dolor en amor
y lo legaremos, solemnes, a la historia.

Miquel Martí i Pol
Ara Mateix - L'àmbit de tots els àmbits



Traducido con toda la fidelidad al sentido original que he sido capaz.
En la esperanza de contribuir al mutuo entendimiento.

Ma. Núria Serra Arqué

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