Uno de los ámbitos en los que debemos cambiar muchas cosas es la formación. El modelo de formación dirigido a militantes que aspiran a cargo publico profesionaliza la militancia y carece de formación en valores.
Hace tiempo que me chirrían los cursos de Coaching, merchandising y técnicas de marketing político al más puro estilo vendedor de Enciclopedia Británica. (Por poner un ejemplo, en mi agrupación llegaron a dar un curso de "Venta política" (sic) Ni siquiera nos entendió la dirección cuando protestamos por ello.
Nuestras formas de hacer política no pueden ser las técnicas de manipulación de la derecha y el neoliberalismo. Las formas marcan los valores que se transmiten y no es ni ético ni coherente mezclar el mensaje socialista con comportamientos propagandísticos carentes de honestidad.
Creo que debemos encontrar otras técnicas de comunicación social más horizontales, basadas en modelos de dialogo continuado y generación de compromisos sociales compartidos, nacidos de una red social de debate entre iguales.
Por otra parte la formación también incide en el tipo de líderes que vamos a tener. Y esta claro que se debe tener cuidado con los valores y formas que se les exigen y que la sociedad nos exige coherencia en estas cuestiones.
Nuestros líderes deben aprender no solo a estar preparados técnicamente, el ejercicio del poder es una actividad que pone a prueba el carácter de las personas y hay que prepararse también a ese nivel, siendo consciente de las presiones y dificultades que se viven en el ejercicio de un cargo público.
Por otro lado no podemos esperar que se conozcan ni nuestra historia, ni nuestros valores por ciencia infusa. En la educación reglada no se adquieren muchos de ellos. Pienso que hemos perdido el sentido pedagógico de la política y que lo debemos recuperar.
Opinion colgada el día 25 de noviembre de 2011 en: http://www.basesenred.org/debate/91-pagina-debate.html#jacommentid:97
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